Autor: duamelt

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Así que a continuación, vamos a informarte sobre los distintos síntomas que podemos percibir relacionados con el sistema de embrague y el significado que tienen. Así podrás detectar una posible avería del sistema con la suficiente antelación y evitar así un disgusto mayor.

También te mostraremos una forma fácil de descubrir si tu coche sufre de alguna enfermedad en el sistema de embrague.

Deslizamiento

El disco presenta una superficie repleta de imperfecciones cuando se ha producido un deslizamiento 

Se manifiesta cuando el motor sube de vueltas pero el carro no gana la velocidad que debería conforme a ese régimen de subida. Como se dice popularmente, lo que ocurre es que el embrague patina.

De esta forma, aunque el motor aumente su régimen de giro, dicha velocidad no llega a la transmisión por lo que el carro no incrementa su velocidad.

Esta situación suele notarse sobre todo en sitios donde demandamos un extra de potencia, como un adelantamiento o la subida de una cuesta. Se refleja más cuanto más larga sea la marcha y más pisemos el pedal del acelerador.

Así que tan pronto detectes este síntoma, hasta llegar a un taller, debes conducir con suavidad, sin abusar del acelerador y a menos de 100 Km/h si es posible. Con ello se consigue evitar acelerar el desgaste; más vale que nuestro carro tarde en acelerar a que no acelere.

Olor a quemado

Una conducción agresiva o mantener pisado el embrague puede provocar un sobrecalentamiento del mismo 

Cuando la temperatura del embrague aumenta demasiado, ya sea por conducir agresivamente o por dejar el pie apoyado en el pedal, los revestimientos se pueden sobrecalentar .

Ello provocará un olor peculiar, y si el embrague no se enfría en un periodo de tiempo prudente, esto podría afectar a otras piezas importantes.

Ruidos

Un ruido extraño es la pesadilla de todo conductor, más aún si no tenemos ni idea de dónde puede provenir y si está relacionado con una posible avería de importancia. El embrague no es una excepción, y este puede avisarnos de algún fallo dependiendo del tipo de ruido que transmite:

  • Sonido de rozamiento al embragar: podría tratarse de un mal ajuste o una mala instalación del mando de transmisión.
  • Chirrido al mantener pisado el pedal de embrague: si lo que escuchamos es un crujido, podría tratarse del desgaste de la rótula de la horquilla de embrague; pero si el sonido es similar al que emite un grillo, el desgaste estaría en el rodamiento de empuje.
  • Ruido en punto muerto: igual que en el punto anterior, también podría deberse a un deterioro de la horquilla de embrague. Lo normal es que el ruido desaparezca al pisar el embrague, así que es habitual no darle la importancia que realmente tiene.
  • Ruido que aumenta al pisar lentamente el pedal: de lo contrario, si al pisar el embrague el ruido va a más, el problema podría estar en el collarín. Se puede detectar al ir a bajas velocidades o al aparcar marcha atrás.
  • Ruido al embragar e incapacidad para embragar: suele producirse por embragar siempre a revoluciones muy altas, lo cual desgasta el amortiguador del disco hasta quedar completamente destrozado.

Problemas con el cambio de marchas

Suelen deberse también a varias causas y evidentemente son fácilmente detectables, ya que nos costaría más de la cuenta engranar la marcha que queremos y el cambio vendría acompañado de un molesto ruido.

Normalmente, el problema suele derivarse de una fuga en el sistema hidráulico del embrague o de algún enlace mecánico mal ajustado.

La prueba para saber si tu embrague está gastado

A parte de todos estos síntomas que se pueden manifestar a consecuencia de un embrague en mal estado, tenemos la posibilidad de comprobar el estado del mismo a través de esta sencilla prueba .

Con el automóvil en marcha intermedia –3ª o 4ª–, ir soltando poco a poco el embrague a la vez que aceleramos. Si el carro ha tardado mucho tiempo en calarse, entonces es mal síntoma, lo que significa que el sistema está desgastado.

Ten en cuenta también que no es recomendable abusar de esta prueba, ya que podrías dañar el volante motor del embrague a causa de un recalentamiento.

Escucha a tu carro y cuídalo

Como habrás comprobado, existen numerosos síntomas que nos pueden indicar que el embrague de nuestro vehículo está defectuoso. En este tipo de reparaciones lo más aconsejable es sustituir por completo el sistema en vez de la pieza dañada.

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Los frenos son de vital importancia, son totalmente imprescindibles y un sistema en mal estado es, con mucha probabilidad, motivo de accidente. Puede que no sea ahora, ni tampoco luego, pero ocurrirá. Así, por tanto, vamos a enumerar algunos síntomas que deben ser tenidos en cuenta.

Pedal de freno esponjoso

El conductor se va acostumbrando al tacto del pedal, llega un momento que este se vuelve excesivamente esponjoso. La causa se puede encontrar en un líquido de frenos muy deteriorado, fugas en el circuito de frenos, aire en el mismo circuito o un defecto en la bomba de freno o bombines.

El líquido de frenos es fundamental en el funcionamiento del sistema ya que transmite la presión. Este líquido no se comprime, pero es higroscópico, es decir, absorbe humedad. Las burbujas de vapor si se comprimen, con lo cual hacen de colchón dentro del circuito y producen esa sensación en el pedal.

Los fabricantes recomiendan sustituir este líquido cada 2 o 4 años, algo que es desconocido por muchos conductores e ignorado por otros, ya que no se percibe esa sensación de inseguridad como ocurre con otros elementos.

Ruidos y vibraciones

Las vibraciones pueden deberse a diferentes motivos: desgaste anormal de neumáticos, rodamientos de las ruedas, alineamiento de dirección; pero cuando son debidos al sistema de frenos, puede ser debido a una deformación de los discos de freno o a unas de las pastillas con desgaste irregular.

El desgaste de los discos de freno, al igual que el de otros elementos, depende mucho de la forma de conducir de cada conductor y del mantenimiento que se le dé al vehículo. Por ejemplo, no cambiar a tiempo unas pastillas en mal estado y continuar conduciendo con ellas puede producir un desgaste anormal en el disco de freno y producir una avería peor.

Por su parte, el desgaste de las pastillas cuenta con una ‘alarma’; hoy en día la mayoría de los vehículos tienen un testigo en el salpicadero, en caso contrario un ruido metálico delatará el mal estado de las pastillas. Cuando aparece este ruido se puede deber al desgaste o a un excesivo cristalizamiento debido a sobrecalentamiento de las superficies. En ambos casos es necesario sustituir las pastillas.

Distancia de frenado más largas

Necesitas cada vez más espacio para detenerse puede ser debido a otros factores como el firme, la carga, la suspensión o los neumáticos en mal estado. Pero si nos ceñimos al sistema de frenos, este aumento en la distancia de frenada se debe al desgaste de los elementos que lo conforman.

Para que la frenada sea eficaz se deben de dar una serie de circunstancias. En primer lugar que la transmisión de la fuerza sea idónea para lo cual tanto el funcionamiento del servofreno como estado del líquido de frenos juegan un papel fundamental, y en segundo lugar que la efectividad del conjunto pastilla-disco, zapata-tambor sea óptima.

En este último caso cuando existe un desgaste de estas piezas, se produce una pérdida notable de eficacia, que se traducirá en un aumento de la distancia. Además de aumento de la distancia de frenado, nos podemos encontrar con derrapes inesperados.

Como siempre, el mantenimiento periódico de estos sistemas y la sustitución de las piezas deterioradas a tiempo, nos puede evitar gastos mayores en un futuro o lo que es más importante, nos puede evitar un accidente.

El pedal de freno está muy duro

Detener una camioneta de una tonelada de peso aproximadamente, moviéndose a una velocidad de 100 km/h con la única fuerza de nuestro pie es algo realmente complicado, únicamente al alcance de Pedro Picapiedra con su “troncomovil” y por eso, los automóviles, en su evolución, han incorporado un sistema de servoasistencia (antes no había servo y era la fuerza de quien conducía, la que detenía el coche).

Un servofreno lo que hace es multiplicar la fuerza que hacemos sobre el pedal, enviando más presión al circuito y por tanto al sistema de frenos, que realiza su trabajo de forma más efectiva. Si quieres comprobar su funcionamiento trata de accionar el freno cuando el coche está apagado, verás que la primera vez te responderá, pero la siguiente el coche no se detendrá por muy fuerte que pises el pedal.

Una avería en el servofreno dará lugar a un endurecimiento del pedal, si notas este síntoma lleva el coche al taller lo antes posible para que un profesional revise este sistema. No obstante, hay vehículos cuyo tacto de pedal es duro, sin que ello signifique un problema en el servofreno. Suelen ser modelos deportivos y de altas prestaciones, aunque también puede darse en cualquier otro automóvil.

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Cuando el cardán se rompe debido a un golpe o falta de mantenimiento, el vehículo quedaría prácticamente inutilizable. Por ello, hay que estar atento a ruidos extraños al momento de conducir. Como, por ejemplo:

  1. Si la tracción es delantera puede que sientas vibraciones o ruidos al girar o doblar.
  2. En el caso que la tracción sea posterior, también sentirás vibraciones o ruidos, pero en la parte trasera del vehículo.

Puede que muchas veces esto se deba a una mala colocación del cardán después de un mantenimiento; si es así solo con colocarlo en el ángulo correcto se solucionará el problema.

Por ello, te recomendamos revisar el cardán o hasta incluso cambiarlo cada 100 000 kilómetros de funcionamiento.